La noche se me pasó demasiado rápido. Después de estar
bailando con Niall prácticamente cuatro horas seguidas, mis pies protestaron y
no tuve otra opción que irme sola a mi habitación. Las demás estaban totalmente
perdidas. Mi cuerpo pedía a gritos un descanso y una ducha, así que a las siete
de la mañana no tuve otra opción que agarrarme a la cortina del baño para no
caerme redonda. Una camiseta larga sirvió de pijama. Me tiré en la cama y ya no
recuerdo nada más.
-
Un chillido interrumpió mi sueño. Me tapé la cabeza con
la almohada y quise pensar que había sido un sueño. Pero no. Otro grito.
- ¿Se puede saber quién está matando a cuchillazos a un
gato? –reconocí la voz de Devs.
¿Devs? ¿En mi habitación? Levanté la vista con los ojos
casi entrecerrados y vi que las camas estaban todas juntas y alguna que otra estaba
durmiendo en el suelo. Volví a dejar caer la cabeza en la almohada sin poder
evitar sonreír. Así eran mis amigas. Mis hermanas. Locas como ellas solas.
Jamás me había sentido desamparada si ellas ponían una sonrisa y mi hermana me
daba el consejo perfecto. A decir verdad, eran como mi propia familia. Recuerdo
los primeros días como fueron. En la Universidad, solo estaba con Jamia y
alguna que otra vez con alguna compañera de clase, para algún trabajo y demás.
Hasta que un día, Jamia no pudo asistir a clase y me senté en una mesa vacía.
Dos chicas se me acercaron con una sonrisa. A una de ellas la conocía. Maddy. A
la otra la había visto de pasada alguna que otra vez. Lily. A partir de ahí las
tres éramos totalmente inseparables, junto con Jamia. Más adelante, Hanna se
unió de improviso un día que vinieron Lily y Maddy a mi casa y ella estaba
allí. El grupo se iba haciendo más grande. Hanna a su vez dijo que una chica
que era nueva quería hacer nuevas amigas, y así fue como Devs terminó por
unirse. Por último, Cher fue incluida gracias a Maddy. Y aquí estamos. Nunca
pensamos en formar un grupo así, ni ahora todavía lo tenemos como tal. Solo que
sentíamos que teníamos que estar juntas. Nosotras seis juntas sabemos que somos
imparables. Una lágrima cayó por mi mejilla y yo levanté la cabeza para ver el
panorama.
- ¡Buenos días! Bueno, buenos días no. Buenas
tardes-noches. Algo raro.
Miré la hora. Eran las seis y media de la tarde. Hostia.
- ¡TAN TARDE ES!
- Vale Jane, nosotras también te deseamos buenas tardes.
- Lo siento, es que me ha sorprendido.
- ¿Tienes que hacer algo? ¿Tienes que estudiar? ¿Has
quedado con alguien? ¿Vas a fol…
- ¡Cher!
- Lo siento, ha sido un impulso de mi mente malpensada.
Es que la veo agobiada. Como si estuviera ocultando algo. No sé si me entendéis
–dijo enfatizando todas las palabras, con ironía.
- No. Solamente me he sorprendido. No le busques las
cinco patas al gato.
- Los gatos son bonitos –dijo Lily desde una esquina.
- Chicas… estaba pensando en cómo nos habíamos conocido.
- Jane está sensible –apuntó Maddy- ¿tienes la regla?
- Estúpida, solamente me dio por recordar.
- Me acuerdo que Lily y yo nos conocíamos de antes. Y
cuando nos encontramos en tu casa fue en plan “¿qué haces aquí?”. Fue muy gracioso
–dijo Hanna, bostezando.
- Pues yo a Jane no la conocía. Era indiferente para mí.
Contigo no bicho –dijo con burla Devs.
- Que te peten Devonne, y que Liam no sea.
- ¡Golpe bajo! –chillaron todas mientras aplaudían.
Nos sentamos con las piernas cruzadas en las camas, y las
que estaban en el suelo, Maddy y Cher, subieron a nuestro lado.
- Han sido demasiados momentos juntas.
- Yo tengo clara una cosa, si la vida son dos días, uno
está reservado para irnos juntas por ahí. Solas. Perdernos por el mundo –sugirió
Lily.
- Esas noches absurdas estudiando en casa de alguna
mientras que Cher y Maddy se inventaban palabras sin dejar estudiar a las
demás.
- Véase el caso de “sacatapish”.
- Sin sentido –apunté.
- Se queja la que envía notas de voz de diez minutos con
canciones tristes para hacernos llorar.
- Palma, vuelta y taconeo –cantó Cher.
Todas empezamos a reír. No solíamos hacer esto muy a
menudo. Las miré una a una y cuatro años se me pasaron en cuestión de segundos
a través de imágenes. Todas éramos diferentes pero a la vez muy parecidas, y
por eso estábamos tan unidas.
- Jane… ¿qué pasó anoche?
El momento bonito se acabó. Tocaba enfrentarme a aquella
confesión. El beso de Harry. No sabía cómo decirlo. Miré a Devs, que me guiñó
el ojo y me dijo “tranquila”. Tenía a
Lily justo enfrente y eso sabía que empeoraría las cosas.
- ¿Anoche? Bueno… -respiré- en uno de los momentos que me
quedé sola, Harry me tapó los ojos y me llevó hasta el ascensor más próximo.
Subimos un poco y de pronto lo paró. Yo en realidad no sabía que era él hasta
que logré tocarle el pelo en un intento de escapar de él.
- ¿Y? –apuraba Hanna.
- Me dijo que estaba harto de que le ignorase, que no
estaba acostumbrado a los rechazos.
Vi como Lily ponía los ojos en blanco y se mordía el
labio. Tocaba la peor parte.
- De pronto, y sin que yo pudiera evitarlo me besó.
Aunque apenas duró unos segundos…
- ¿Qué? ¿Te besó? –exclamó la rubia.
Su mirada se tornó de sorprendida a triste y palideció al
instante. Sabía que todo esto la iba a dejarla estupefacta. Ella sabía que yo
suponía que ella sentía algo por Harry aunque intentara esconderlo, aunque la
visita ayer de James me dejó algo confusa.
- Esto es algo serio… ¿a ti te gusta? –inquirió Maddy.
- No… solo que me siento algo incómoda con su presencia.
Me intimida. Pero a la vez eso atrae.
- Como si no hubiera nadie más que él cuando lo ves…
-pensó Lily en voz alta.
- ¿Qué?
- Nada… bueno… pues yo ayer con James… ya sabéis –dijo con
una sonrisa triste. Tan solo imaginarme esa imagen se me revolvía el estómago,
pero más aún sabiendo que seguramente Lily le habría puesto la cara de Harry al
que había sido su primer amor.
- Entonces anoche hubo más que palabras.
- Sí, gemidos –apuntó Cher.
- Cher bruta.
- Calla chocho. Escucha a Lily.
Nos miramos intentando sofocar una carcajada. Más tarde
tendría que hablar con Lily y explicarle.
- ¿Y tú Hanna?
- ¿Yo? Nada interesante. Cuando me dejasteis tiradas aquí
con Zayn, no hicimos otra cosa que jugar al monopoly. Empezó a contarme
historias de los chicos y yo alguna de vosotras. Es muy simpático –añadió sonrojándose.
- El baile de anoche no era justamente muy de jugar al
monopoly… -insinué.
- Bueno, eso es aparte. No me acuerdo mucho, pero la
canción lo pedía. Y él baila genial.
- ¿Cher?
- Sí Cher cuéntanos. ¿Qué hiciste después de que Louis te
raptara?
- Fuimos al paseo a dar una vuelta… y bueno. No estaba en
condiciones de decir algo con sentido, así que la mayoría de las veces fueron
tonterías, pero me reí muchísimo y me abrazó más de lo debido. Fue un momento
bonito. Nos dejamos dormir en una de las hamacas y Niall nos despertó. Y aquí
estamos…
- ¿Devs?
- Mi noche se resume en bailar con Liam, beber con Liam,
perder la cabeza por Liam…
- Vamos, lo vuestro ya es algo que se ve venir. Os doy
unas semanas para conoceros más y al saco.
- La verdad es que no lo sé… Liam es un chico
tradicional. Yo también. Él lo acaba de dejar con una chica y no quiere empezar
nada serio por ahora, pero sé que me gusta. Y no voy a dejar que esté mal…
- Oh, que considerada…
- Cállate, ¿y tú Maddy?
- Nada nuevo. Bailé con Lily, Zayn, Niall y James y
alguna que otra vez con Jane cuando aparecía. Luego se volvía a ir en plan
aparición estelar.
- Entonces ha sido una noche tranquilita en lo que cabe.
- Es la segunda noche, todavía queda mucho verano por
delante –añadió Lily cambiando su sonrisa.
Y así, nos dieron las nueve. La hora de bajar a cenar se
acercaba, así que recogimos un poco y cada una se marchó a su habitación para
vestirse. Jamia no había llamado. Ni siquiera se había dignado a venir. Me
vestí con lo primero que encontré y fui a la habitación de Gerard.
- Eh, ¿dónde te crees que vas sin tan siquiera darme un
beso de buenas noches?
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